Sinopsis:
Instalada en la casa que heredó de su padre y con la sola compañía de una pariente anciana, Eszter es una mujer soltera que vive con la placidez y tranquilidad de quien ha logrado adaptarse a lo que la vida le ha deparado. Hasta que un día, inesperadamente, recibe un telegrama de Lajos, viejo amigo de la familia, anunciando su inminente visita. Canalla encantador y sin escrúpulos, cuyas magníficas dotes de actor le confieren un poder de seducción irresistible, Lajos no sólo traicionó a Eszter, sino también destruyó a su familia y les quitó todo lo que poseían, salvo la casa en la que viven y cuyo jardín es su único y escaso medio de subsistencia. Ahora, tras una prolongada ausencia, Lajos regresa y Eszter se prepara para recibirlo conmovida por un torbellino de sentimientos contradictorios. Con la inevitabilidad del destino como eje central de la narración, La herencia de Eszter se desarrolla de una forma totalmente inesperada y paradójica. El vividor y mentiroso Lajos, con su inagotable energía, es un vendaval de vitalidad, alegría y pasión por la vida que sólo por el hecho de existir pone permanentemente en entredicho la aparente solidez de las convenciones morales más arraigadas. Escrita en 1939, tres años antes de El último encuentro, con la misma prosa depurada y precisa que ha admirado a miles de lectores, esta novela es una pequeña joya que merece su lugar entre las mejores obras literarias del siglo.
Autor:
Sándor Károly Henrik Grosschmid de Mára, conocido como Sándor Márai, nació en
Košice (hoy en
Eslovaquia; en húngaro: Kassa), una pequeña localidad del antiguo
Reino de Hungría, en el entonces poderoso Imperio Austrohúngaro, desaparecido tras su derrota en la primera guerra mundial. Descendiente de una familia acomodada de origen
sajón, su infancia y su pubertad fueron algo conflictivas, ya que se escapó de su casa varias veces y por ello fue ingresado en un internado religioso. Posteriormente se instaló en
Leipzig para estudiar
periodismo, carrera que abandonó. Durante su juventud viajó por
Europa, sobre todo por
Europa Central, y visitó
París, la capital cultural de la época, donde convivió con algunos de los representantes más destacados de las
vanguardias estéticas del momento.
[1]
Tras decantarse en un principio por escribir en
alemán (lengua que dominaba desde pequeño), se decidió finalmente por su lengua materna, el
húngaro. En diversas obras, y también en disquisiciones de personajes de sus novelas, Márai exaltó la belleza que atribuía al idioma húngaro, especialmente por su fonética. En
1928 se instaló en el pequeño barrio de
Krisztinaváros, en
Budapest.
Durante la década de
1930 se labró un gran prestigio por la claridad y precisión de su prosa de estilo realista, prestigio que pocos años después era casi comparable al de
Thomas Mann o
Stefan Zweig. Sus obras se traducían a numerosos idiomas.
Si bien alabó con entusiasmo los
Acuerdos de Viena, en los que la
Alemania nazi obligó a
Checoslovaquia y a
Rumanía a devolver a Hungría parte de los territorios perdidos por ésta en el
Tratado de Trianon, escribió contundentes artículos en contra del nazismo y se declaró "profundamente antifascista", algo poco recomendable en la Hungría del momento. No obstante, su inmensa fama lo tuvo a salvo de represalias de calado.
Su estrella empezó a apagarse con la ocupación soviética de Hungría y con el establecimiento del régimen
comunista. Tildado de "burgués" por los comunistas, Márai abandonó definitivamente su país en
1948 y, tras una breve estancia en
Suiza e
Italia, emigró a
Estados Unidos en 1952, instalándose en Nueva York. Recibiría posteriormente la nacionalidad estadounidense. Con la llegada de los comunistas su obra fue prohibida en
Hungría lo que hizo caer a Márai en el olvido -en ese momento estaba considerado uno de los escritores más importantes de la literatura centroeuropea-. Así, habría que esperar varios decenios, hasta el derrumbe del
comunismo, para que este
escritor fuese redescubierto en su país y en el mundo entero. Durante sus primeros años en Estados Unidos -período de 1952 a 1967 trabajó para
Radio Euopa Libre. En 1968 se trasladó a Salerno (Italia) y en 1979 volvió definitivamente a Estados Unidos, a
San Diego,
California donde viviría el resto de su vida. En
1989 Márai se quitó la vida con un arma de fuego que él mismo había comprado con ese fin. Habían pasado 4 años desde la muerte de su mujer Ilona y faltaban pocos meses para la caída del
Muro de Berlín.
[2]
Aunque Sándor Márai destacó sobre todo por su obra narrativa, también escribió
poesía,
teatro y
ensayo, además de múltiples colaboraciones periodísticas, entre las que se encuentran algunas de las primeras reseñas sobre las obras de
Franz Kafka. En sus novelas, escritas originariamente en
húngaro y cuidadosamente desarrolladas, Marai analiza la decadencia de la
burguesía húngara durante la primera mitad del siglo, en títulos como
Divorcio en Buda,
El último encuentro o
La herencia de Eszter. Además de sus novelas, Márai escribió libros de memorias que retratan las convulsiones sufridas por Hungría durante la primera mitad del siglo XX, como la
Primera Guerra Mundial (retratada en
Confesiones de un burgués) o las invasiones del ejército nazi, primero, y soviético, después (en
¡Tierra, tierra!).